domingo, 23 de noviembre de 2008

Reflexión

El ser humano a través de las artes expresa sus ideas, su forma de pensar, sus sentimientos, su visión del mundo a través de diferentes recursos. Una de las maravillas del arte es que se pueden expresar cosas que de otra forma sería muy dificil lograr.

El arte varía según la cultura y es oportuno mencionar a la UNESCO quién en 1982, declaró:

"...la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden." (UNESCO, 1982: Declaración de México)

En este sentido, podemos asegurar que las artes son un testimonio indispensable para conocer nuestra sociedad y al mismo tiempo poder transformarla. El arte en el período republicano también logró todo este proceso al cambiar el ambiente de guerra por uno de cultura, de valores hacia el progreso, de crecimiento, de cambio.

Es importante entender nuestra cultura y a través de ella entedernos como sociedad. A través de las artes en este período hemos podido entender los diferentes factores y circunstancias que rodearon a estos artistas y nos ha permitido visualizar el momento histórico de aquella época.

Lom más maravilloso es que perduran en el tiempo y, a pesar de nuestra juventud, podemos disfrutarla.

Jorge Pérez y Ricardo Pacheco

domingo, 16 de noviembre de 2008

La Pintura

En este período el culto a los héroes ocupó la mayor parte de la producción artística de los pintores reconocidos hasta entrado el siglo XX. El primero en incursionar en esta temática fue Juan Lovera.

Juan Lovera fue artista, llamado El Pintor de los Próceres; testigo presencial de los acontecimientos que determinaron la Independencia de Venezuela. Perteneció al grupo de pintores llamados imagineros, mucho de ellos anónimos que se dedicaban a pintar imágenes sagradas (a la derecha una muestra de la pintura sagrada de este pintor). Con él comienza el realismo en la pintura venezolana.

Durante los años 1823 y siguientes, el Pintor de los Próceres elaboró varios retratos, entre ellos los de José Antonio Páez, Cristobal Mendoza, Mariano Herrera, Simón Bolivar, entre otros. Sin embargo, sus cuadro más famosos son: El 19 de Abril de 1810 (imagen a la izquierda) y El 5 de Julio de 1811.


Arturo Michelena fue el más importante de la época. Con su obra "El Niño Enfermo" (imagen a la izquierda) obtiene el premio más alto que se le da a un artista extranjero. Y de hecho se convierte en el primer pintor venezolano que recibe tan señalado triunfo en el exterior. Al año siguiente va de nuevo al Salón con el cuadro "Carlota Corday", (imagen a la derecha) y el severo jurado le otorga la Medalla de Oro.

Otra de las obras muy reconocida de Michelena fue Miranda en la Carraca. Imagen que se observa a la derecha. Otros artistas destacados de la época fueron Tito Salas, Cristóbal Rojas, Emilio Boggio, Manuel Cabré, Federico Brandt y Luis Alfredo López Méndez, quienes se formaron primero en Caracas y Luego en Francia. La mayoría de sus obrar fueron encargo oficiales.

domingo, 26 de octubre de 2008

Música

La Música en Venezuela durante el siglo XIX: El Vals

El Vals tiene sus semillas en un viejo baile de la región de los Alpes. Su nombre se remonta al término alemán "waltzen" y se relaciona con los movimientos rotativos de pies que se arrastran a través del suelo. Juntos con sus precursores, el Vals tiene su origen en el siglo XII o XIII, en el tiempo de los juglares. La mayor parte de los historiadores de baile ven los principios de Vals en los viejos "Dreher" o "Ländler", bailados a partir del siglo XVI. El Vals es un baile circular en 3/4 o 3/8 tiempos, en el cual las parejas ponen sus brazos alrededor del otro y giran dando vueltas alrededor de un centro imaginario. Este baile lento ha sido bailado hasta principios del siglo XX, tanto en el campo como en la ciudad.Una segunda corriente ve los principios de Vals en el "Langaus", un baile de pareja en el cual se cruzaba una habitación muy larga con la menor parte de vueltas posibles.

Hasta el siglo XVIII la administración trató continuamente de poner término a este baile. Se prohibió la acción de arremolinar, sacudiendo y girando o atropellando a la pareja. El Vals triunfó después del Congreso Vienés en 1815. Esto principalmente se atribuye a las emotivas melodías de Lanner y la dinastía de Strauss. Principales Representantes. Fernández Álvarez ha considerado, entre muchos compositores, que los más destacados representantes del género vals son los siguientes:-Joseph Lanner (1801-1843), concertino y compositor austríaco, inició la moda del vals y rivalizó en popularidad con los Strauss. Entre los valses que compuso sigue interpretándose con asiduidad El Vals de los Patinadores.-Johann Strauss (1804-1849), nació en Viena y fue uno de los más reputados compositores de valses.

El origen del Vals en Venezuela según los estudios de Peñin (1999), el vals llega a América a comienzos del siglo XIX, adquiriendo en muy poco tiempo los más variados matices y sirviendo como base o ingrediente de muchas formas musicales latinoamericanas, o teniendo vida propia como simple remedo del vals europeo o como forma acriollada. No se sabe en qué fecha exactamente nos llega, pero pronto pasa, en el caso de Venezuela, a ocupar el centro de las formas musicales nacionales más importantes que se configuraran después de la independencia (1810-1821) y que hoy constituyen su tradición oral (folklore) o escrita. Poco a poco, el vals se queda en América como una forma acriollada en sus giros melódicos y sobre todo, en sus características métricas. En esta transformación o criollización, ya no se le dirá en Venezuela vals, sino valse, por una fuerte influencia francesa que tuvo desde finales del siglo XVIII, pasando la “e” muda final de la escritura francesa, valse, a pronunciarse también.

El recorrido que hace el vals al instalarse en tierra americana, lo podemos precisar en el caso de Venezuela en dos áreas: en el mundo oral (tradicional y popular) y en el escrito (académico y de salón), muy interrelacionados. Al regazo de la oralidad se va incorporando a los “baylecitos de la tierra”, y entre golpes, cuadrillas, danzas y contradanzas, pasa a animar aquellas sesiones, saraos o “bayles” llamados vulgarmente fandangos, zarambeques, danzas de monos y finalmente joropos. Las diferentes formas del joropo se distinguen fundamentalmente por el carácter, pero todas son subsidiarias del vals. Ya en las obras escritas por autor, conocidas como aires nacionales, que aparecen nombradas por sus autores como valses, si se les acelera simplemente su tempo, se convierten fácilmente en joropos. En la medida que nos vamos acercando a la cordillera andina, allá por Mérida y Táchira, hay un tipo de valse al que le van diciendo pasillo.

Algunos compositores han escrito valses lentos, arropados con esas características generales de la música andina de terceras y sextas paralelas, los tenutos y calderones, los finales en el segundo tiempo… y los han llamado indistintamente pasillos o valses y a veces vals-pasillo. En realidad son valses. Y generalmente en los países andinos es muy común encontrar este género musical con el nombre de pasillo. Según las diferentes fuentes, se habla en general de un tipo de vals rápido (“vals a vapor”) cercano al vals austriaco y otro tipo de vals lento (“vals francés” y le decían también “vals Boston”), así como también un pasillo lento que a veces se lo compara al “vals francés” y un pasillo lento. Con respecto al vals vapor y el pasillo, hay un detalle muy peculiar que vale la pena destacar.

El Libertador Simón Bolívar fue un experto en bailar el vals vapor, música muy de moda para esa época. Precisamente los ejércitos bolivarianos fueron los grandes difusores de este genero por la cordillera andina bajo la denominación de pasillo, por la morisqueta o pasito corto que hacían los bailarines sobre el segundo tiempo del compás. Resumiendo, del vals de origen europeo al valse criollo o pasillo andino, tenemos simplemente el aporte de la cultura criolla americana que lo fue adaptando a esta nueva realidad y haciéndolo propio, produciendo un excelente resultado como lo es el valse criollo, o valse del país o la tierra (venezolano, colombiano, ecuatoriano, peruano) o simplemente pasillo con su variada gama de modalidades. El vals, de tradición naturalmente europeo, adquirió una personalidad muy especial, propia que lo distinguió radicalmente del europeo, llamándose desde entonces valse venezolano, esta expresión musical fue la que más se acercó a lo nacional en la música académica.

Entre sus principales cultores se encuentra el destacado pianista, compositor y profesor Rafael María Saumell, hijo. Así, hacia el tercer cuarto del siglo XIX, merecen mencionarse autores de célebres valses como Federico Villena (1835-1899), Teresa Carreño (1853-1917), Rogelio Caraballo, Ramón Delgado Palacios (1867-1902) y Sebastián Díaz Peña (1844-1926), con su célebre "Maricela". Ya a principios del siglo XX, sobresalen los valses de Pedro Elías Gutiérrez (1870-1954), conocido por su joropo "Alma Llanera" de la zarzuela del mismo nombre, Francisco de Paula Aguirre, autor del popular "Dama Antañona", Federico Vollmer (1834-1901) y su "Jarro Mocho", Augusto Brandt (1892-1941), Simón Wohnsiedler, y Laudelino Mejías con su "Conticinio", entre otros (Rugeles, 2001)

Artes Escénicas

Durante el siglo XIX florecieron más de cuarenta pequeños teatros donde se representaban comedias, zarzuelas, óperas y sainetas de compañías europeas y locales.

Luego de presentarse en la capital se exhibían en el interior. Los sitios en los cuales se presentaban esas obras eran el teatro Guzmán Blanco, hoy Teatro Municipal, 18891; Teatro Baralt en Maracaibo, en 1883; también en Puerto Cabello y Valencia.

El teatro constituye, una síntesis de las artes. Se caracteriza por la representación de una acción dramática que uno o más actores protagonizan delante de un público presente en el lugar del espectáculo. Los especialistas en historia del teatro coinciden en vincular sus orígenes a ciertas creencias mágicas y a ciertas ceremonias religiosas practicadas por el hombre primitivo.

Como todas las expresiones artísticas a fines del siglo diecinueve, encontraba sus fuentes en dos raíces: lo europeo y lo americano, lo autóctono. Con los movimientos de independencia durante el primer cuarto del siglo, la América Latina tendía a dar la espalda a España, política y culturalmente, recibiendo influencia cultural de los otros países europeos, especialmente de Francia. La influencia europea en lo que se refiere al teatro es muy directa: el género chico español influye aún en las nuevas formas “americanas”, como por ejemplo el sainete (obra teatral corta cómica y de carácter popular que se presentaba en los entreactos de otras obras de teatro).
Sin embargo, el predominio español, dada la lengua común en Hispanoamérica, siguió influyendo de manera directa, una porción considerable de la actividad teatral consistía en representaciones de teatro español por compañías españolas.


El teatro de la época era un teatro comercial. Faltaba un teatro que dramatizara a fondo y seriamente las preocupaciones e intereses realmente nacionales. Venezuela también se encontraba bajo la dominación del género chico y de otra forma teatral que más adelante se discutirá, el sainete criollo. El más destacable entre los creadores del sainete fue Simón Barceló (1873-1938), autor de La Cenicienta (1907). En Venezuela tenemos para comienzos del siglo XX como principales exponentes del sainete criollo comicosatírico a Leoncio Martínez "Leo" y Rafael Guinand. (Imagen con sombrero a la derecha)



La zarzuela nació en el siglo XVII en el pabellón de caza del Palacio de la Zarzuela (lugar llamado así por el gran número de zarzas que lo rodeaban), en Madrid, España, históricamente en la época de Felipe IV. (A la derecha muestra de video de una zarzuela)


Las primeras zarzuelas nacieron como pequeños experimentos, un género musical que se situaba entre el teatro, el concierto, el sainete y la tonadilla. En estos tiempos, las zarzuelas estaban influenciadas por la ópera italiana y la ópera cómica francesa, no tardando en adaptarse al folklore regional español y más en particular al folklore local.



En Venezuela el estreno de las primeras zarzuelas, en 1861, fue un suceso que tuvo grandes consecuencias en la vida musical del país. Este género teatral iba a tener una influencia bastante perjudicial en las músicas que aquí se componían, las que fueron haciéndose más banales y simples.


Por estos mismos tiempos se estrenó en Caracas la zarzuela “Los Alemanes en Italia”, con letra de Heraclio Martín de La Guardia y música de José Ángel Montero. Esta fue la primera zarzuela criolla ejecutada en la capital. En 1865, el viejo Teatro de la Unión, situado en la esquina de Maderero, lugar de poca distinción, fue transformado por Eleuterio González en el “Teatro de la Zarzuela” que era bastante bueno, aunque no podía competir con el Teatro Caracas. Este nuevo local fue conocido también con el nombre de Teatro de Maderero.


La ópera, por su parte, es un drama en el cual se canta todo o parte del diálogo. Existen varios géneros teatrales estrechamente relacionados con la ópera, como el musical y la opereta. Francia, Alemania e Italia desarrollaron unos estilos operísticos característicos durante el siglo XIX. París fue el lugar de nacimiento de la Gran Ópera, una espectacular combinación de representación escénica, acción, ballet y música, gran parte de ella escrita por compositores extranjeros que se establecieron en Francia.


En Venezuela encontramos a José María Osorio (1803-1852), natural de Caracas y residenciado en Mérida, ciudad donde fue sepultado. Destacado teórico y compositor; autor de Elementos del Canto Llano y Figurado (1844), La Práctica de los Divinos Cánticos (1845), Directorio de la Catedral de Mérida (1846); además, compuso un interesante y curioso Cuarteto de Cuerdas y es el autor de la Primera Ópera escrita en Venezuela, se trata de la Ópera Bufa El Maestro Rufo Zapatero, publicada en la ciudad de Mérida en 1847.


En 1808 se estrenó en el Teatro de Conde a Carmelitas por primera vez en Venezuela una compañía de ópera francesa, cuya primera Donna fue la celebre Doña Juana Faucompre, siendo tan del agrado del público aquella función que la ciudadanía a pesar de la epidemia reinante no dejo de asistir a ella.


Para aquella época ya el teatro tenía orquesta de aventajados filarmónicos, que para el caso habían aprendido en la escuela que el padre Sojo fundara a fines del siglo pasado con los instrumentos y música de clásicos notables que hizo venir de Europa y que el mismo trajo de su viaje a Roma. Entre los más destacados en Venezuela tenemos a José Ángel Montero (1832-1881), autor de la ópera Virginia, la primera obra de este género producida en el país y estrenada en Caracas el 26 de abril de 1873 en el Teatro Caracas.

sábado, 25 de octubre de 2008

Escultura

La escultura, tal como la entendemos actualmente en Venezuela, es una manifestación cuya tradición se remonta al siglo XIX. La talla en madera, por ejemplo, conoció un esplendor que desaparecería al venir a menos la imaginería religiosa artesanal.

La escultura, en sentido moderno, surge bien entrado el siglo XIX. Nacieron las escuelas de arte, las que sustituyeron a los viejos talleres de los imagineros, y que abogarían en adelante, por un estilo inspirado en el academicismo europeo. Encauzaron su enseñanza hacia la formación de artistas individuales, que se consagrarían a la figura humana y a los temas históricos.La escultura quedó aislada de toda tradición al romperse la continuidad de la práctica de la talla en madera. La escultura no comenzó a enseñarse en el país sino a partir de 1887, y aún así fue vista como manifestación secundaria, destinada a alcanzar a través de la copia de yesos la producción de obras de ornato público o de interés funerario.

Uno de los primeros escultores que encontramos en el siglo XIX fue Rafael De la Cova, cuya obra más conocida es el Monumento a Cristóbal Colón, ubicado en el Paso Colón en Caracas. Eloy Palacios fue el escultor venezolano más importante del siglo XIX, autor de la ambicioso Monumento a Carabobo durante el gobierno de Juan Vicente Gómez. También fue autor de la famosa “India de El Paraíso”.

Más tarde encontramos a Andrés Pérez Mujica, dentro de la tradición francesa del desnudo femenino; Lorenzo González, enmarcado en el naturalismo francés; Pedro Basalo, monumentalista y Francisco Narváez, quien es el primer escultor en exponer individualmente en Caracas. Narváez y Ernesto Maragall son considerados los iniciadores de la escultura moderna en Venezuela. Luego desembocan en escultura abstracta hacia 1953, al mismo tiempo que Carlos González Bogen desarrolla sus objetos escultóricos integrables. González Bogen y Víctor Valera comienzan a darle al hierro, papel protagónico, del cual surge el abstraccionismo geométrico, del cual Pedro Briceño será el más fiel exponente. Domenico Casasanta pasó del ensamblaje de hierro al empleo del mármol con igual fin.

Otros artistas avanzados fueron Omar Carreño y Luis Guevara Moreno, quienes ensayan una fusión entre pintura y objeto en un tipo de obra totalmente novedosa.

Antonio José Fernández, mejor conocido como “El hombre del anillo” es el primer escultor ingenuo que aparece en Venezuela, utiliza una gran variedad de técnicas y medios: la madera, el cemento, el color, la piedra de río. Coloca en su paisaje natal mitos cristianos.

Los escultores Marisol Escobar, cuyos trabajos en madera y bronce son universalmente conocidos, y Marcos Salazar, ocupan también un sitial importante en las artes plásticas en Venezuela. Ambos están representados en la colección permanente del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.

sábado, 11 de octubre de 2008

Arquitectura

En lo esencial se conservaron las formas y técnicas de la arquitectura colonial influidas por las corrientes europeas, la vivienda urbana mantuvo las formas coloniales. En ciudades como Maracaibo, La Guaira, Puerto Cabello, Carúpano y San Cristobal los comerciantes construyeron casas de dos pisos con balcones.

Ejemplo de ello se puede observar en la Casa Alejo Zuloaga. Esta casa representante fiel de la arquitectura colonial está ubicada en San Joaquín. Esta antigua vivienda, expresión de la arquitectura colonial, sirvió como pulpería, escuela, prefectura, telégrafo, y en otras actividades económicas y sociales. Aqui nació el ilustre venezolano Alejo Zuloaga Egusquiza, abogado, educador, rector-fundador de la Universidad de Carabobo y rector de la Universidad Central de Venezuela entre 1910 y 1911. También Durante los años 1830 y 1870 se construyeron edificaciones religiosas en Caracas, Puerto Cabello, Mérida, Ciudad Bolívar, Barquisimeto y La Guaira.


Otro ejemplo de las edificaciones tipicamente coloniales es la Calle Los Lanceros. Esta hermosa calle, que se ubica en la parte vieja de Puerto Cabello, posee aproximadamente 300 mts. de largo por cuatro mts. de ancho. Originalmente era llamada calle "Morian ", nombre que le fue cambiada por "Calle Lanceros" devido a los valientes lanceros de José Antonio Páez, quienes desfilaron por ella luego de tomar la ciudad en 1813. En esta calle nos encontramos con casas de construcción colonial, destacando sus ventanas de tipo andaluz, sus balcones, principalmente el del Museo de Historia. Fue declarada Patrimonio Histórico Nacional.

Durante el Guzmancismo se impulsó la construcción, como El Capitolio Federal, El Acueducto de Macarao, La Basílica de Santa Teresa-Santa Ana (imágen de la derecha) y el Templo Mesónico entre otras. Se transformó el Templo de la Santísima trinidad para crear el Panteón Nacional.

En los últimos años del liberalísmo amarillo se construyeron el Arco de la Federación y el Hospital Vargas. Juanquín Crespo, por su parte, se hizo construir dos residencias presidenciales, Santa Inés y el Palacio de Miraflores.

En el resto de las ciudades del país se construyeron pocas obras. En Valencia se edificó la Plaza Bolívar y el Teatro de Valencia, también se erigieron el Teatro de Puerto Cabello; el Teatro Baralt (imágen a la derecha y patrimonio de la humanidad) y el Hospital Chiquinquirá en Maracaibo; los cuarteles de Maracay y el Palacio de Gobierno de San Cristobal.

Al comienzo del Siglo XX se introdujo la construcción de quintas en urbanizaciones como El Paraiso, La Floresta y Campo Alegre. La vivienda rural variaba en su forma y materiales de construcción según religió y clima. Adicionalmente, se construyeron sedes de bancos, cines e iglesias.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Introducción

El presente blog esta realizado con el propósito de detallar el Período Republicano en Venezuela en cuanto a las artes. En el podrás encontrar detalles sobre la arquitectura, escultura, artes escénicas, música, pintura con imágenes de apoyo que permiten una búsqueda más activa.

Igualmente podrás conseguir nuestras reflexiones personales sobre este tema y agregar comentarios, si ese fuese tu interés.

!Entra en el mundo de las artes del Período Republicano, con el blog que te dará la información más precisa e interesante!